La IGP Lechazo de Castilla y León ha lanzado una nueva campaña publicitaria con el objetivo de promocionar uno de los productos más emblemáticos.
Sin embargo, en lugar de atraer la atención por la calidad del lechazo o por la creatividad de sus anuncios, esta campaña está generando críticas por un error gramatical absolutamente clamoroso: han escrito «Léon» en lugar de «León».
Este fallo es inaceptable desde varios ángulos. En primer lugar, estamos hablando de una campaña financiada con dinero público, lo que implica una obligación de cuidado y profesionalidad en cada detalle. Resulta desconcertante que ningún responsable de la agencia creativa, ni tampoco los gestores de la IGP Lechazo de Castilla y León, haya detectado este error antes de su publicación.
La palabra «León» es un nombre propio de una ciudad y una provincia con un profundo arraigo histórico y cultural, y merece ser tratada con el respeto que corresponde.
Además del error en sí, el problema se agrava al pensar en los recursos invertidos. Diseño, impresión, distribución de materiales, contratación de espacios publicitarios… Todo esto supone una inversión significativa que ahora se ve empañada por una falta de revisión que, con un mínimo de atención, podría haberse evitado.
¿Cuántas personas tuvieron que revisar y aprobar estos anuncios antes de salir a la luz? Es difícil creer que absolutamente nadie notara algo tan evidente.
Por otra parte, este error daña la imagen de la IGP Lechazo de Castilla y León. En lugar de transmitir una sensación de calidad, profesionalidad y autenticidad, lo que proyecta es una imagen de descuido y falta de seriedad. Esto es especialmente grave cuando se trata de productos de origen protegido, cuya razón de ser es precisamente destacar por su tradición, cuidado y excelencia.
Cartel publicitario IGP Lechazo de Castilla y León
Este tipo de situaciones nos lleva a cuestionar cómo se gestionan las campañas financiadas con dinero público. La falta de supervisión adecuada no solo genera este tipo de errores, sino que también contribuye a un despilfarro de recursos que podrían haberse empleado de manera mucho más eficaz. Es necesario exigir mayores niveles de control y responsabilidad a las entidades encargadas de gestionar estos fondos.
Desde Cazurreo, instamos a la IGP de Lechazo de Castilla y León a que rectifique de forma inmediata este error, retirando los anuncios incorrectos y sustituyéndolos por otros corregidos. Además, consideramos imprescindible que se haga una revisión de los procesos de validación para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir en el futuro. La imagen de León y de nuestros productos locales merece mucho más respeto y atención que la demostrada en esta desafortunada campaña.